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RESPONDA LAS PREGUNTAS 1 A 3 DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE INFORMACIÓN
Por Marianne Talbot
Mi taza de café está a mi derecha haciendo nada. Esto se debe a que ella cree que en ese sitio está en el centro del universo, y su deseo de estar en el centro del universo es más fuerte que cualquier otro de sus deseos.
Supongo que usted rechazará esta explicación del comportamiento de mi taza de café. ¿Por qué —preguntaría usted— pensaríamos que la taza de café esta actuando por razones?
Esta es una buena pregunta. Un humano con la creencia y el deseo mencionados podría tener una razón para estar allí sin hacer nada, pero ¿una taza de café?
Podríamos decir, por supuesto, que un humano que crea y desee esas cosas es irracional, que sus razones están mal. ¿Qué lo hará creer que ese sitio es el centro del universo? ¿Por qué querrá permanecer allí más que cualquier otra cosa? Raro… Sin embargo, no tendríamos problema en creer que esa persona está actuando por razones; no problematizaríamos que esa persona sea racional. De hecho, en esto radica la posibilidad de que una persona sea irracional. La taza de café, por su parte, no es irracional: es no-racional. No actúa por razones, ni buenas ni malas. Solamente las cosas racionales pueden ser irracionales; solo las cosas que actúan por razones pueden actuar por razones que están mal.
Según Aristóteles, el ser humano es el único animal racional. Sin tomar parte en este debate, podemos decir, ciertamente, que la razón es central para el ser humano. Sin la razón, todas nuestras decisiones serían meras reacciones a experiencias o a recuerdos de experiencias. Sin ella, no sería posible reflexionar sobre nuestras experiencias.
La capacidad humana de razonar es una característica de la especie. Se desarrollará en un individuo humano desde que ese individuo tenga un crecimiento normal. Se desarrollará en la medida en que ese individuo adquiera un lenguaje. De hecho, es interesante especular sobre la relación entre ambas cosas. ¿Sería posible la razón sin el lenguaje? ¿Sería posible el lenguaje sin la razón? ¿Qué piensa usted?
2. ¿Cuál de las siguientes estrategias argumentativas emplea la autora en el texto?
3. ¿Cuál de los siguientes fragmentos introduce un tema que no se desarrolla en el anterior texto?
RESPONDA LAS PREGUNTAS 4 Y 5 DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE INFORMACION
Lo que llaman la “ley seca”, a estilo y texto yanquis está en la mente de varios legisladores y en el corazón de muchos colombianos. Ignoramos si saldrá temprano o tarde o si no saldrá esta ley prohibitiva; vista por un lado, parece un prodigio de redención; vista por otro lado, bien puede parecer una solemne necedad. Prodigio, si por ella logran acabarse los crímenes que el consumo de alcohol provoca; necedad, si por ella se entregan las gentes a otras bebidas que las envenenen y las enloquezcan más que el aguardiente de caña y la chicha.
Que con la ley se evitarían crímenes de sangre y otras bestialidades es cierto, ciertísimo. Por desgracia, no gozaremos de tanta dicha; La ley seca, aunque rija oficial y aparentemente, en cualquier parte, es un imposible físico y moral.
Para establecerla habría que tumbar instituciones, leyes sobre tributos, sobre industrias, sobre comercio; habría que acabar con la química, con el reino vegetal y con el agua del cielo. El tal linaje humano parece necesitar de algo que lo intoxique, bien porque se lo exija el organismo, bien por buscar en la embriaguez olvido de pesares o mirajes de ilusión. ¿Quién se escapa de la quimera?. Todos los pueblos, bárbaros o avanzados, han perseguido en todo tiempo y lugar, los “paraísos artificiales” que ofrece el alcohol.
4. De las siguientes opciones, ¿cuál presenta mejor la tesis central del texto?
5. De acuerdo con el autor, la aplicación de la Ley Seca puede verse como un “prodigio de redención”, porque
RESPONDA LAS PREGUNTAS 6 A 8 DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE INFORMACIÓN
Tener una alucinación es tener una experiencia de algo (ver, oír o sentir algo) que realmente no existe. Descartes, en el siglo XVII, analizó el fenómeno de las extremidades fantasma: la alucinación sorprendente, aunque bastante común, que experimentan los amputados cuando sienten no solo la presencia del miembro amputado, sino también picores y dolores en esa parte del cuerpo.
Descartes utilizó la campanilla como una analogía para explicar esta alucinación. Antes de que hubiera timbres eléctricos, intercomunicadores o teléfonos celulares, las grandes casas poseían unos complejos sistemas de cables y poleas que permitían llamar a los sirvientes desde cualquiera de las habitaciones de la casa. Un firme tirón del cordón de terciopelo que colgaba en un agujero en la pared era suficiente para tirar de un cable que, gracias a un sistema de poleas, estaba conectado a una campanilla numerada en los cuartos del servicio. Cada vez que una de esas campanillas sonaba, el mayordomo sabía que requería de sus servicios en el dormitorio del señor, en el salón o en la sala de billar. Estos sistemas funcionaban muy bien, pero estaban hechos a la medida de cualquier bromista: un tirón al cable del salón en cualquier punto de su recorrido era suficiente para que el mayordomo corriera hacia allí, comprobara que la habitación estaba vacía y se quedara con la duda de si había sido llamado o no; una especie de pequeña alucinación.
Similarmente, Descartes pensó que, dado que las experiencias son causadas por complicadas cadenas de eventos en el sistema nervioso que terminan en el centro de control de la mente consciente, si fuera posible intervenir en algún punto de esta cadena, un tirón en el punto apropiado de los nervios produciría exactamente la cadena de eventos que causaría la experiencia real de algo, lo cual, a su vez, produciría en el punto de recepción de la mente exactamente los mismos efectos que una percepción consciente. El cerebro, en un descuido, engaña a la mente. Esta fue la explicación que dio Descartes al fenómeno de los miembros fantasma y, en general, a cualquier alucinación.
6. Considere los siguientes dos enunciados del texto:
¿Cuál de las siguientes opciones expresa la relación entre 1 y 2?
7. ¿Cuál de las siguientes opciones presenta una idea similar a la expuesta en el ultimo párrafo del texto?
8. De acuerdo con el texto, ¿cuál de las siguientes estrategias emplea Descartes para defender su explicación de las alucinaciones?